Gracias por el fuego
jueves, 25 de abril de 2013
lunes, 8 de abril de 2013
Mario Benedetti
¿Por qué leer a Mario Benedetti?
Por cultura, pero, ¿qué es la cultura? La cultura es ser mejor persona, conocer, admirar, disfrutar, PENSAR, actuar con responsabilidad. Es tener una mejor perspectiva del mundo que nos rodea, es tomar decisiones más claras, ser imparciales, ser MEJORES como personas en una sociedad, es conocer las sociedades que están lejos de nosotros y que con un libro nos parecen cercanas, eso es lo que nos trae Benedetti, eso es lo que nos ofrecen los autores, nos ofrecen enriquecernos con el lenguaje, hacer volar la imaginación, reflexionar, actuar, etc... eso es lo que la lectura nos proporciona, a cambio nos quita tiempo, pero tiempo valioso cuando disfrutas de un buen libro.
Proyecto Final
MARIO BENEDETTI. (Paso de los Toros, Uruguay. 1920-2009)
Narrador, poeta, dramaturgo y crítico literario, fue uno de
los autores más populares de la lengua española del siglo XX. Su fuerte
compromiso político y social, la sensibilidad que mostraba al tratar los tema y
la sencillez de su estilo, accesible para todos los públicos, contribuyeron en
gran medida a que fuera tan querido. Benedetti
se educó en un colegio alemán y, antes de dedicarse a por entero a la
literatura, se ganó la vida como taquígrafo, vendedor, cajero, contable,
funcionario público y periodista. Su prolífica obra, que cuenta con más de
ochenta libros, ha sido traducida a veintitrés idiomas. Galardonado al premio
Reina Sofía de Poesía, el Premio Iberoamericano José Martí o el Premio Internacional
Menéndez Pelayo, entre sus títulos más destacados se encuentran las novelas Quien de nosotros, La Tregua, Gracias por el
fuego y Primavera con una esquina
rota, los relatos Montevideanos, La
Muerte y otras sorpresas, Con y sin nostalgia, Geografías y El porvenir de mi pasado, los distintos Inventarios que recogen sus poemas, los ensayos como El
desexilio y otras conjeturas, y Perplejidades de fin de siglo o la obra de teatro Pedro y el Capitán.
Género: Novelas / Ficción y Literatura / Literatura Latinoamericana
Gracias por el fuego, es un libro
que nos relata la vida de Ramón Budiño, hijo de un personaje muy importante en
Uruguay, Edmundo Budiño, quien a los ojos de Ramón, representa lo peor de
Uruguay, de una clase social alta, que tiene mucho peso políticamente.
Ramón comienza a cuestionarse su
manera de vivir, de pensar, de actuar de su padre y la suya, la de su hermano,
Hugo y hasta la de su hijo, Gustavo, para terminar con la vida de su padre o
eso es lo que él planeaba.
Nuestra historia comienza en
Estados Unidos, en un restaurante llamado “Tequila”, con una pequeña reunión de
Uruguayos que al estar lejos y llevar una mejor vida que en su tierra natal,
comienzan a hablar mal de el, a desear no ser de ahí, salvo unos pocos que lo
aman de corazón y tienen la esperanza de regresar ahí, una rápida llamada hace
creer a estos uruguayos que el Uruguay del que tanto mal hablan ha
desaparecido, se ha quedado inundado.
La vida de Ramón era simple,
tenía una esposa, un hijo al que quería, un papá, que hasta este momento no se
había cuestionado sus acciones, tenía un trabajo del cuál, él era el dueño.
Hace una recapitulación constante de su vida, su niñez que
es lo más importante para él, pues en ese entonces, Edmundo Budiño aún era su
Papa y no el “Viejo” como le llamaba en su adultez. Pero ¿Cuándo fue que dejó
de decirle papá, para comenzar a decirle El Viejo? Fue de niño cuando escuchó
una escena, el Viejo le pegaba a su madre, porque ella no tenía ganas de tener
relaciones con él, ella usó lentes toda la semana, fue ahí, donde comienza su
odio, su resentimiento que hacen que Ramón Budiño comience a odiar a su padre.
Pasados los años, Ramón se entera de que su padre anda en negociosos
sucios y es posible que se revelen y su cae Edmundo, el futuro de su familia
sería incierto, por lo que decide tomar cartas en el asunto e ir a reclamarle
al Viejo. Edmundo le confiesa que es cierto, pero sabe que el dueño de la información
que haría caer su legado no lo haría; Ramón comienza a enfrentar a su padre,
diciendo que no es de hombres los negocios sucios, pero Edmundo se defiende restregándole
en la cara, que el dinero que le prestó para comenzar su negocio, no fue
precisamente dinero limpio.
Desde ese instante, Ramón considera
la opción de matar a su padre para vivir mejor, para que Uruguay se libere y
él, Ramón, pueda ser “libre”, ser por fin él sin la presión de padre. Pero
piensa ¿Cómo? Pues después de todo, él es su hijo y se verían mal los
encabezados de los diarios.
El tiempo pasa, y cada vez está
más cerca de tomar una decisión, de ser él quien mate a Edmundo Budiño. Sin
darse cuenta, lo había contemplado más veces, más veces de lo que se piensa que
sería una broma, cada vez haciendo más intenso ese deseo de matarlo.
Por fin el día de la consumación del
plan llegó, y sin pensarlo mucho, se va a la oficina de su padre. Pero estando ahí,
sentado, esperándolo, esperando que abra la puerta y tirarle el golpe de
gracia, se cuestiona si primero lo mata o si es mejor explicarle los motivos de
porqué lo hará.
Su cabeza se empieza a quedar sin
motivos, comienza a pensar tantas cosas que se pregunta qué sucedería si fuera
él, si el cayera del edificio, si fuera él el que se liberara, si nunca más tendría
que sufrir con su padre. El revólver con el que piensa matarlo se queda en el
escritorio apuntando a la puerta, por donde entraría Edmundo Budiño.
"No puedo matarlo. Todo es más fuerte que yo: El Viejo,
los lugares comunes, los tabúes de mí clase, los prejuicios." Entonces su
odio apunta hacia otro objetivo, su venganza se repliega contra sí mismo: el
Viejo ha vencido una vez más.
Sin embargo, el Viejo triunfa para su perdición. Su
arrepentimiento es desproporcionado y tragicómico. El Viejo queda doblado,
vencido, caviloso; pero el suicidio del hijo no lo conmueve. A Gloria le
repugna esa actitud. Entonces se siente empujada a despreciarlo, a abandonarlo
a solas con su rencor. Está harta de él, de ese viejo que sigue tan egoísta,
reseco y cínico como siempre. Y ella quiere vivir. "A la mierda con
él." Gloria necesita un hombre verdadero que la ame, un hombre que la use
toda, en cuerpo y alma, no para apoyo del cansancio de nadie. Él llora en
silencio. Gloria finalmente toma una decisión. "Luego suena el
portazo."
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